1 comentario en «La trampa de la seguridad»

  1. “Así, en nombre de la seguridad se cometen atropellos como eliminar la presunción de inocencia, haciendo que ante una mera denuncia (sin absolutamente ninguna sospecha) un hombre no pueda volver a ver a sus hijos”.
    Eso es falso y no me refiero solo al aspecto teórico; también al práctico. Si no hay una declaración verosímil en instrucción y un parte de lesiones, no suele haber orden de alejamiento. Orden que, por otra parte, no acostumbra a impedir las visitas con los hijos a través de un PEF o de tercera persona, sino la aproximación o comunicación con la mujer.
    Remarco que “sin la más mínima sospecha” no se concede ninguna medida cautelar o de protección jamás. De ningún tipo.

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