1 thought on “Sánchez y su hipocresía sobre la política lingüística en las escuelas

  1. La descripción del Sr. Ordóñez es muy optimista. La realidad a pie de calle es mucho peor. Espeluznante de hecho.

    El idioma supuestamente “vernáculo” es usado, principalmente en Cataluña y la comunidad vasca como hormigón-cimiento en el que se base la famosa construcción nacional. El objetivo es crear diferencias que sirvan para justificar posteriores movimientos de ruptura. De manera suave en general y en un proceso que ya dura 40 años.

    Se impone que los niños no usen su lengua materna en la educación. Se impone exigir un elevado conocimiento de dicho idioma vernáculo para acceder a puestos bien remunerados en la administración autonómica de turno, contribuyendo a elevar su status y a que se “trague” de manera resignada. Se falsea la historia para ejercer el victimismo sacrosanto que justifique los desmanes actuales basándose en relatos falsos y manipulados de “siglos de opresión”. Sirve para que los dueños de la taifa dispongan de un rebaño propio al que guiar y explotar, que mágicamente acabe en las fronteras imaginarias de la autonomía (perdón, el PAÍS (ironía OFF), con mayúsculas, porque ellos se encargan de decir que España no es un país).

    En Navarra, ha habido conciencia de esta situación y se frena pese a las sucesivas cesiones de “la supuesta izquierda” y “la supuesta derecha”, más preocupados de asegurarse un puñado de votos en el parlamente (desgracias que suceden debido a una ley electoral descabellada, nacida para dar poder a los supuestos buenos chicos de las derechas cavernarias regionales frente a los malvados comunistas nacionales), pero en Cataluña y la comunidad vasca, la cesión es absoluta. Así en el País Vasco, en zonas en las que nunca jamás se ha hablado euskera por la generalidad de sus habitantes (Encartaciones de Vizcaya y la mayor parte de Álava), llevan 40 años de imposición en la enseñanza, además de cambios en la toponimia con miles de excusas. Mientras en la comunidad vasca haya dinero expoliado al resto de españoles vía el misterioso cálculo del Cupo, se podrán apaciguar a las gentes con dádivas y subvencionando a los acólitos para dar una falsa sensación de normalidad y de cambios de “construcción nacional” deseados por la gente.

    Hay que llegar a consensos entre partidos con responsabilidades en España: ley electoral, protección de lo común, defensa sin complejos de la historia, freno a los nacionalistas derechistas supremacistas (principalmente en cataluña y comunidad vasca)…. y a partir de ahí podrá haber un tira y afloja, normal en cualquier país, sobre el modelo de sociedad, leyes etc. No podemos seguir sufriendo la sangría de esta banda de parásitos “vernáculos” que no aportan nada. Que nos mareen con lenguas y hechos diferenciales inventados. Con supuestos derechos históricos que nunca fueron tales. Con represiones imaginarias pergeñadas para apoyar sus objetivos políticos.

    Ya basta.

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